No obstante, los que no tengan la suerte de poder acceder a un banco en la escuela que han elegido, porque se apelará a un sorteo como si fuese un billete de lotería, serán reubicados en otro establecimiento por la Supervisión de Escuelas, en contra de la voluntad de los chicos y padres.
Desde el Estado se estableció la obligatoriedad de la enseñanza secundaria, a la que algunos acuden para poder cobrar algún subsidio, pero no se la puede garantizar en los hechos.
Por el otro lado, nuestras autoridades (educativas, municipales, legisladores) no han realizado las gestiones suficientes para que se cumpla con la ley. Esperemos que no se tenga que llegar una vez más a un reclamo público o manifestación para que las autoridades brinden las soluciones en tiempo y forma… y no lleguen tarde como ha pasado otras veces. Fuente LA SEMANA.
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