miércoles, 25 de abril de 2012

La pavimentación y los pórticos: una solución y un problema


SAN SALVADOR. La repavimentación de las calles céntricas y principales avenidas de la ciudad, casi finalizada, le ha cambiado la cara a San Salvador. No hay dudas que es una obra de gran significado para la imagen de la ciudad.
A esto se sumó la pavimentación de las dos manos de la Avenida Malarín entre el escenario del Centenario y las vías del Ferrocarril, un trabajo que se realizó durante el pasado fin de semana y que le viene muy bien a la entrada de la ciudad por la Avenida Colón desde la ruta provincial 38.
Al anhelo de todos para que esta obra perdure en el tiempo y la podamos disfrutar como vecinos de la ciudad se suma la desidia de aquellos que no les importa nada, por ejemplo el transporte pesado que transita por lugares prohibidos. Los ejemplos principales se observan en la Avenida Malarín y Avenida de los Rusos, donde el municipio ha intentado frenar el paso de vehículos con altura superior a los 2,50 m. pero con algunos inconvenientes importantes.
Nos referimos a los pórticos que han generado diversos comentarios, a favor y en contra. Los favorables tienen que ver con la preservación del pavimento, en el que la gran mayoría coincide porque no se puede permitir que un transporte pesado circule por esas arterias como lo hacía antes rompiendo todo lo que se había hecho porque le queda más cerca y es mejor el camino hacia su destino final.
Los contrarios hablan de la altura, que no es la adecuada, pues para determinarla no fueron consultados algunos servicios elementales de uso habitual en la ciudad, como Bomberos Voluntarios y empresas de transporte de pasajeros que no pueden pasar por los pórticos porque sus vehículos son de una altura superior.
Lamentablemente, la altura máxima de 2,50 ya está provocando problemas porque primero una camioneta con casilla rodante y las traffic que llevan algún equipaje especial no pueden pasar, y en algún caso intentaron hacerlo con la consecuencia lógica de la rotura del cartel.
Pero la máxima se produjo este miércoles cuando un vehículo se llevó por delante el pórtico y lo dobló en gran forma dejando su sello a la vista de todos.
En definitiva, el pórtico no parece ser la solución definitiva, aunque quedan muy lindos los carteles indicadores de la ubicación de diversas instituciones. Tal vez habrá que rever la altura y/o establecer un control preventivo durante un tiempo hasta que todos se acostumbren a respetar y convivir con las normas de tránsito. Fernando Rodríguez - Fuente: LA SEMANA.

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