Ong contra la trata de personas ratifica que Chajarí sería la ciudad con más prostíbulos en Entre Ríos

“Existen 101 prostíbulos en Entre Ríos”, según estimaciones del Comisario Victorino Borré, a cargo de la División policial encargada de la lucha contra la trata de personas. Los dos más grandes se encuentran en Concepción del Uruguay. Actualmente, se están abriendo nuevos reductos en los departamentos de Colón y Gualeguaychu, según informa la ong Red Nacional Alto al Tráfico y a la Trata.
En cuanto a números, hay 13 en el departamento Paraná, 14 en el de Gualeguaychú y 15 en el de Chajarí, mientras en La Paz hay uno sólo. Esto es así porque la costa del Uruguay es el lugar elegido para este delito más que la costa del Paraná”.
“La ruta 14 les ofrece facilidades de puntos ciegos para un rápido escape a otras provincias y acceso al cruce de frontera. La 14 forma parte de una de las rutas de trata más importantes del país: la ruta que une Paso de los Libres, Mercedes y Gualeguaychú”, indica un comunicado de la Red contra la trata de personas. “Muchos bares y whiskerías funcionan en áreas de ruta, y se los deja librados exclusivamente al control policial”, advierten.
Agregan que “desde una mapeo zonal de cada prostíbulo en el Departamento Gualeguaychú, según fuentes oficiales de información, contiene datos de dueños, condiciones de las casas, fotografías, etc”.
El informe indica que una de las modalidades actuales es tener la whiskería a una cuadra de un motel. La transacción se hace en la primera y los servicios en el segundo, por lo cual, se dificulta realizar allanamientos (no es lo mismo investigar un prostíbulo que intervenir a parejas que entran a un motel).
“Las ordenanzas actuales disponen que una whiskería debe tener muros de 2,5 metros de altura: son cárceles modernas. Es decir: no sólo las esclavizan sino que se aseguran de que no puedan escapar y de que nadie más que los clientes puedan saber quiénes las tienen allí”, se observa.
Se estima que las ganancias de un local puede ser de 8 a 12 mil pesos por semana, con 5 a 10 chicas víctimas de explotación sexual (para ellas queda una mínima expresión de lo recaudado).
Por último “entre las prácticas de la trata, es usual hacerlas adictas para retenerlas y hacer que se embaracen para que tengan un hijo por el que preocuparse y con cuya seguridad las amenazan”, concluye la ong.