“Hay muchos chicos del futuro en la Villa que se están desviando”, ese fue uno de los primeros mensajes que Alan Franco Pirolla, de 22 años, le mandó a su madre, el 25 de diciembre de 2009. Media hora después, decidió quitarse la vida en la estación del ferrocarril. En ese lugar, el joven se reunía a diario con su abuelo Isauro y su padre Rafael, cuarta generación de familia ferroviaria, para reactivar el tren histórico, tras la llegada de la locomotora y también ahí, es donde quiso dejar sus últimos mensajes de advertencia sobre las drogas.Hasta ese momento, la familia de Alan desconocía lo que estaba pasando. Tomaron conocimiento aquel fatídico 25 de diciembre de 2009, cuando el joven, como último deseo, les pidió que hagan algo con la droga. Lo hizo a través de mensajes de textos y por un graffiti que dejó en la estación del ferrocarril.Pese al dolor, los padres de Alan organizan, cada 25, una marcha por la ciudad bajo la consigna “No a las drogas”. La primera convocatoria se hizo el 25 de febrero, y la otra, ayer.En diálogo con EL DIARIO, Rafael Pirolla contó que los mensajes de Alan se convirtieron en una suerte de legado para ellos para atacar el flagelo de la droga en la ciudad. “Nosotros desconocíamos que Alan consumía, nunca nos dimos cuenta; nos enteramos por sus menajes de texto y no pudimos hacer nada, porque media hora después, se suicidó. Por eso, cada mes, organizamos una marcha para que se tome conciencia y se haga algo. No queremos que nuestros hijos consuman”, explicó.MARCHA. Como sucedió el mes pasado, la marcha que estuvo encabezada por los familiares y amigos de Alan, fue multitudinaria. Por segunda vez, los pobladores de Villa Elisa salieron a la calle “en contra del consumo de drogas y alcohol” y así lo reflejaron en cada uno de los carteles que portaron.La concentración de ayer se hizo frente al edificio de la FM, ubicada en calle Guex 1571 y desde allí, marcharon hacia la estación de trenes de Villa Elisa. “Él nos dejó un mensaje, una advertencia, y por eso nos propusimos hacer una campaña en contra de las drogas y el consumo del alcohol. Lamentablemente, nuestros jóvenes están consumiendo y debemos hacer algo. Tenemos que combatir este flagelo”, acotó Pirolla.“Si Alan no hubiese dejado estos mensajes, nunca nos hubiésemos enterado de lo que está pasando en la ciudad. Antes, el tema de la droga o el consumo de alcohol no era un tema de debate o de preocupación entre los pobladores”, reconoció el entrevistado.Para que no queden dudas de los motivos de las marchas, los organizadores piden que los caminantes porten carteles en lo que se destaque “el No a la droga” y no al consumo de alcohol. “Nosotros lo que pedimos con estas marchas es que haya más controles, que se cumpla estrictamente la ordenanza de ley seca para que no se vendan bebidas alcohólicas a nuestros jóvenes”, dijo Pirolla a esta Hoja.“En la Villa muchos chicos del futuro se están desviando y vos podes hacer algo: Alan”, rezaba uno de los carteles de la marcha de ayer. “Ese fue el mensaje que mi hijo le dejó a la madre y esa advertencia fue como un legado para nosotros para que hagamos algo, que nos preocupemos por el tema de la droga”, reiteró Pirolla.MSN. “En otros de los mensajes que nos mandó Alan, aquel 25 de diciembre, fue ‘la merca mata’ y nos dio el sobrenombre de un joven, quien a los 40 días del suicidio de mi hijo, decidió hacer lo mismo”, reveló Pirolla.Aunque no hay estadísticas oficiales, Pirolla cree que entre un 60 ó 70 % de los jóvenes de Villa Elisa tiene alguna adicción, por lo que en las escuelas de la ciudad se implementaron campañas sobre los efectos nocivos del consumo de alcohol, droga y cigarrillos.“Acá se consume mucho, porque hay poder adquisitivo. Nosotros nunca nos dimos cuenta de Alan, porque el nunca nos pidió plata porque trabajaba, lo mismo pasa con otros chicos”, dijo Pirolla.Después de las marchas, la idea de la familia Pirolla es que se conforme en la ciudad una comisión de padres para que se trabaje más orgánicamente en esta problemática, tal como lo hacen en Buenos Aires, las llamadas “Madres del paco”
Aunque lamento mucho lo que le ocurrió a alan pirolla, me parece bastante hipócrita la declaración del padre de que "nunca nos hubiésemos enterado de lo que pasaba".
ResponderEliminarHace más de diez años estuve viviendo en villa elisa y no hacía falta consumir para saber a quién comprarle o quienes compraban... las caretas tendrían que haber caído hace rato y es posible que se pudo haber evitado.
Más que no saber es no querer darse cuenta...