SAN SALVADOR.- El comisario mayor Luis Beltrán Orbes fue sobreseído, por falta de méritos, del sumario administrativo que se le iniciara cuando fue jefe de la Departamental de Policía San Salvador. El mismo se inició a raíz de acusaciones, especialmente del legislador Hugo Berthet, quien lo tildó de diversas maneras injuriosas, con la anuencia y el aporte de varios testigos. Ahora Orbes fue sobreseído del sumario por falta de mérito y en una nota hecha llegar a nuestro medio se expresa sobre el particular.
CARTA ABIERTA A LA OPINION PUBLICA
El comisario Luis Beltrán Orbes expresa lo siguiente en la carta abierta:
Pacientemente he esperado este grato momento para dirigirme a todos los vecinos de esta ciudad de San Salvador, a quienes serví con mucha dedicación y vocación en una reciente gestión como jefe de Policía departamental y más de uno de ustedes recordará sobre mi paso como tal y de mi traumático relevo por someterme, tal como corresponde a los hombres de honor, a una profunda investigación de supuestos hechos que se me imputaron mediáticamente.
El camino a recorrer desde ese momento no fue del todo fácil, pues tuve que defenderme casi impotente y con las únicas herramientas que sé: “la verdad, la humildad y la honradez” ante los inconsistentes agravios que groseramente se me imputaron.
No es mi intención que esto quede bien claro, entrar en confrontación con nadie, sea quien fuere, pero si deseo aclarar a la opinión pública en general que ahora y tal así corresponde reglamentariamente en nuestra Policía, se me ha notificado de una Resolución que emana del señor jefe de Policía de la Provincia de Entre Ríos, en la que se resuelve dar por concluida la investigación administrativa por considerarse una FALTA DE MÉRITO para prosecución del sumario, en rectitud a que solo emergen presunciones inconsistentes en los dichos imputados como conductas antirreglamentarias reprochadas en aquella oportunidad en un medio masivo de prensa digital local, y en otros medios escritos de nuestra Provincia, sin vislumbrarse otros factores que corroboren las posturas señaladas ni ningún mal proceder inculcado.
Tampoco se me ha sometido a proceso judicial alguno y ello pone en evidencia que todo cuanto se dijo ligeramente sobre mi persona y además, por entonces, mi envestidura de Jefe departamental de Policía, fueron únicamente afirmaciones sin entidad; testimonios que son motivo de análisis para oportunamente iniciar las acciones legales que correspondieren.
Creo entonces oportuno dejar debidamente aclarado que no he sido ni soy un “coimero”, no he sido ni soy “un sinvergüenza”, que no he sido ni soy “un canalla”, que no he sido ni soy “un delincuente”, que no he sido ni soy “uno de los máximos represores de la dictadura militar”, ni mucho menos “un atorrante artista de radio y televisión”, tal así se me tildara en esos momentos, sin reparar cuanto daño moral se me hacía en lo personal y en mi ejemplar carrera en el cuadro de Oficiales de la gloriosa Policía de Entre Ríos, a la que dediqué más de la mitad de los años de mi vida, situación que no muchos pueden demostrar y que yo con orgullo si lo puedo hacer si nos remitimos a los legajos donde se asientan los procesos judiciales y las faltas o inconductas que sancionan los reglamentos, donde a todas luces se puede constatar una conducta ejemplar de mi parte y la mejor puntuación en las calificaciones anuales.
Tampoco se reparó en que tengo una gran familia, hijas y nietos que también se vieron afectados por ese cúmulo de falsedades y por los injuriosos titulares de prensa. Afortunadamente ellos, y una nueva familia que hoy poseo y nos une, siempre confiaron en mí.No se midió el daño que se me causaba al impedirme ascender a la más alta de las jerarquías que por mérito y derecho me correspondía.
Alguien dijo que la política es el arte de lo posible y evidentemente creo que todo se puede en ese círculo de hombres honrosos que dicen y hacen el bien común como dignos representantes del pueblo, pero soy incrédulo en los que navegan en la trashumancia de conveniencias para indefinidamente ostentar el poder y no aceptan pensamientos o posturas distintas en esta democracia.
Confío si y dejo en manos de Dios sopese y dicte justicia divina sobre quienes afirmaron como ciertos los hechos originarios o impulsores de la exhaustiva investigación administrativa.No guardo rencor alguno pues ello no es de los hombres de buen hacer; tampoco me arrodillaré ante un semejante a pedir disculpas pues soy de firmes convicciones en cuanto a que mi accionar fue el correcto en lo funcional y en lo personal y sostengo no haber injuriado o calumniado a alguien.Por último, en esta carta, quiero agradecer a los vecinos que confiaron en mi inocencia y que jamás me dieron vuelta la cara o se cruzaron a la vereda del frente cuando se dijo lo que se dijo.
Agradecer también la profesional intervención técnico-jurídica de mi defensor el doctor Maximiliano Vinacur; expresar gratitud por el constante apoyo de camaradas que me dieron palabras de aliento a lo largo y a lo ancho de la Provincia ante tamaña incongruencia y a quienes siempre demostraron su amistad franca y sin ninguna hipocresía ya que resido como un habitante más de esta ciudad, de la que no me fui pese a lo ocurrido y donde siempre quise dar la cara y vivir con dignidad y altruismo ciudadano, tal como siempre lo he hecho en otras ciudades, para seguir sirviendo a la comunidad en mi condición de Comisario Mayor Retirado de la benemérita Policía de Entre Ríos o en donde fuere útil, humildemente, con probada honradez y sin servirme ni colgarme de nadie para lograr mis objetivos.
Crio. Mayor Luis Beltrán Orbes.
En la imagen Orbes y Berthet a la salida de un encuentro casual en la Municipalidad de San Salvador días después del duro encontronazo mediatico. Foto Archivo La Semana.
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