El ex senador radical afirmó que “la pelea de los peronistas esta impidiendo que las soluciones que necesita San Salvador lleguen”. Apuntó a los legisladores del departamento, el diputado Hugo Berthet y al senador Horacio Díaz, enrolados en el bustismo y enfrentados a la gestión de Sergio Urribarri.No se puede creer que nuestro diputado relate en los medios de comunicación que tanto él como el senador se enteran por los medios o la página web oficial de los actos de gobierno. Entre algunas de las soluciones postergadas que carecen de respuestas, está la extensión de la red de gas natural para el Hospital “San Miguel”, único efector de salud de la ciudad y distante a escasos 400 metros del nosocomio, la implementación de los Juzgados para el departamento y el incumplimiento oficial de la terminación de las aulas de la Escuela Secundaria Nº 2 “Francisco Ramírez”, obra que ya lleva 4 años de paralización.
Esto sólo en San Salvador, porque General Campos aún espera que se cumplan las promesas de creación de fuentes de trabajo, radicación de molinos arroceros, limpieza de las lagunas cloacales y refacción de la red de agua potable.
La verdad es que uno se asombra cuando escucha que los legisladores se escudan en la falta de contacto con el gobierno provincial para justificar la ausencia de soluciones como si ese fuese un motivo válido que el ciudadano común debe entender y aceptar ligeramente para excusar la falta de atención de servicios básicos del Estado.
Durante finales de la década pasada y comienzos de esta, el gobierno radical tuvo que convivir con una crisis financiera terminal sin precedentes pero ahora hay recursos, hay sintonía fina con el gobierno nacional, hay una mayoría aplastante del peronismo en ambas Cámaras de la Legislatura.
Entonces la gente se pregunta ¿para qué votamos a los legisladores y gobernantes si no hay soluciones y solo se acuerdan del pago chico que los eligió cuando se avecinan elecciones?
En ciudad de San Salvador existe una Comisión de Ex Alumnos de la actual Escuela Secundaria “Francisco Ramírez” –que cumplió 50 años en abril de 2010- que ha trabajado incesantemente desde hace años para construir con fondos propios un Salón Multiuso en el predio de la escuela cuyo plano de edificación obtuvo el visto bueno de Arquitectura de la provincia. Es sólo un ejemplo del esfuerzo solidario de ciudadanos que logran resultados concretos sin requerir la ayuda del Gobierno.
¿Será que habrá que organizar rifas, festivales y bailes, poner en circulación bonos de contribución, o asar vaquillas donadas por los contribuyentes para que funcionen la salud, la justicia y la educación? ¿O eso no es progresista?
La verdad es que uno se asombra cuando escucha que los legisladores se escudan en la falta de contacto con el gobierno provincial para justificar la ausencia de soluciones como si ese fuese un motivo válido que el ciudadano común debe entender y aceptar ligeramente para excusar la falta de atención de servicios básicos del Estado.
Durante finales de la década pasada y comienzos de esta, el gobierno radical tuvo que convivir con una crisis financiera terminal sin precedentes pero ahora hay recursos, hay sintonía fina con el gobierno nacional, hay una mayoría aplastante del peronismo en ambas Cámaras de la Legislatura.
Entonces la gente se pregunta ¿para qué votamos a los legisladores y gobernantes si no hay soluciones y solo se acuerdan del pago chico que los eligió cuando se avecinan elecciones?
En ciudad de San Salvador existe una Comisión de Ex Alumnos de la actual Escuela Secundaria “Francisco Ramírez” –que cumplió 50 años en abril de 2010- que ha trabajado incesantemente desde hace años para construir con fondos propios un Salón Multiuso en el predio de la escuela cuyo plano de edificación obtuvo el visto bueno de Arquitectura de la provincia. Es sólo un ejemplo del esfuerzo solidario de ciudadanos que logran resultados concretos sin requerir la ayuda del Gobierno.
¿Será que habrá que organizar rifas, festivales y bailes, poner en circulación bonos de contribución, o asar vaquillas donadas por los contribuyentes para que funcionen la salud, la justicia y la educación? ¿O eso no es progresista?
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