Asesinaron a una anciana y su nieto a puñaladas y trataron de incendiar la casa

Un hecho de gravísimas características causó conmoción ayer en la ciudad de Concepción del Uruguay, cuando en las primeras horas de la mañana se daba cuenta que en una casa céntrica se habían hallado dos cuerpos sin vida de una anciana y su nieto, que en principio se presumía habían fallecido como consecuencia de un incendio, pero que luego la misma juez de Instrucción María Cristina Calveyra, se encargaba de conformar que habían sido víctimas de homicidio, ya que presentaban puñaladas.Todo se había originado alrededor de las 6, cuando bomberos fueron alertados sobre el supuesto incendio en un domicilio de calle Ameghino 31, a solo cinco cuadras de la plaza principal Francisco Ramírez.Al llegar, los servidores públicos debieron forzar las ventanas del frente para poder ingresar, descubriendo que en el interior había dos personas tiradas en el piso, una en una habitación y la restante en la cocina.Controlado el siniestro que se había generalizado en el dormitorio del frente, se constató que ambas personas, una mujer u un hombre, estaban muertos, por lo que en principio se supuso que las quemaduras y el monóxido de carbono las habían matado.Ante la gravedad del caso, motivó a la inmediata intervención de la juez de Instrucción Nº 1, María Cristina Calveyra que llegó acompañada de su secretaria y los responsables de la Jefatura policial, comisario mayor Gerardo osada y comisario inspector Mario Brumatti.Tras perimetrar la zona para evitar el paso de personas ajenas a la investigación, se dio paso a los peritos del Gabinete Criminalístico, que realizaron las primeras diligencias en el escenario del hecho, mientras en el exterior comenzaron a legar familiares de las víctimas.De acuerdo a lo informado, en esa vivienda vivía desde hacía dos años Nelly Marta Akrich de 88 años y su nieto Adrián Rivero de 25, miembros de conocidas familias de La Histórica, por lo que el suceso sacudió a los uruguayenses.Luego de los trabajos en el lugar, la juez dispuso el traslado de los cadáveres a la morgue del hospital Justo José de Urquiza, donde se constituyó la magistrado para confirmar sin existía al extraño, ya que en la casa se pudo observar que los cuerpos podrían presentar lesiones, por lo que se los sometió a las autopsias correspondientes.